Nativos y competentes digitales

El concepto nativo digital se refiere a una persona que ha crecido en la era digital, en lugar de haber adquirido familiaridad con los sistemas digitales como adulto en cuanto entonces se le debe considerar como un inmigrante digital.

Por otro lado podríamos definir a la persona competente digitalmente aquella que es capaz de hacer un uso crítico y seguro de las tecnologías de la sociedad de la información para el trabajo, el ocio y la comunicación.

En ocasiones se establece un vínculo que parece determinar que el nativo digital, por el hecho de serlo, dispone ya de la suficiente competencia digital como para beneficiarse del hecho de serlo. Por el contrario, frente a perfiles personales de una cierta edad tendemos a dar por sentado un déficit en todo lo que tenga que ver con los conocimientos y competencias digitales. Estamos frente a una de las derivadas del denominado edadismo, (la Organización Mundial de la Salud define el edadismo como «los estereotipos, los prejuicios y la discriminación contra las personas debido a su edad») el edadismo digital.

¿Por qué nativo tiene que significar competente?

O ¿por qué ser inmigrante digital tiene que suponer obligatoriamente una incompetencia digital? Si nos fijamos en parámetros objetivos vemos que la competencia digital se apoya en las habilidades del uso de ordenadores para recuperar, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar información y para comunicar y participar en redes de colaboración a través de Internet” (European Parliament and the Council, 2006).

Y está claro que los nativos digitales presentan en la mayoría de los casos una gran habilidad para el manejo de cualquier tipo de dispositivo de conexión digital pero…. ¿podemos decir lo mismo respecto al detalle que requiere esa habilidad?

Cinco escenarios para demostrar competencia digital

Se han establecido cinco áreas básicas donde la competencia digital pasaría del campo más teórico a la concreción de lo cotidiano en el entorno digital

  1. La información, alfabetización informacional y el tratamiento de datos: identificar, localizar, recuperar, almacenar, organizar y analizar información digital, evaluar su finalidad y relevancia.
  2. La comunicación y colaboración: comunicar en entornos digitales, compartir recursos en línea, conectar y colaborar con otras personas mediante herramientas digitales, interactuar y participar en comunidades y redes; conciencia intercultural.
  3. La creación de contenido digital: crear y editar nuevos contenidos (textos, imágenes, videos…), integrar conocimientos y reelaborar contenidos previos, realizar producciones artísticas, contenidos multimedia y programación informática, saber aplicar los derechos.
  4. La seguridad: protección personal, protección de datos y de la identidad digital, uso de seguridad, uso seguro y sostenible.
  5. La resolución de problemas: identificar necesidades y recursos digitales, tomar decisiones para seleccionar las herramientas digitales apropiadas según la necesidad o finalidad, resolver problemas conceptuales y técnicos a través de medios digitales, uso creativo de la tecnología, actualizar la competencia propia y la de otros.

Adiós  a los prejuicios

A la vista de estas cinco áreas y sus gestos concretos sería legítimo preguntar si los nativos, por el hecho de serlo, son siempre más seguros en el uso de su información digital (datos espeluznantes del crecimiento del acoso digital) , o más creativos, o saben obtener, almacenar y gestionar correctamente la información que precisan para resolver necesidades como individuos.

La experiencia profesional y personal de cada uno creo que nos llevará a la conclusión de que la edad, ni quita ni pone en lo digital. Es evidente que el nativo cuenta con una oportunidad competitiva frente al inmigrante, pero eso no debe de llevarle al error de creer que habilidad y competencia es lo mismo. Ni lo es, ni proporciona lo mismo.

Haría bien el mundo de la empresa, los centros de formación y las instituciones implicadas en promover una sociedad digitalmente competente en tenerlo también en cuenta. Se trata de poner el foco en cubrir los déficits que presentan los individuos como usuarios digitales, independientemente a su fecha de nacimiento.

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